(Español abajo)
In recognition of the Day of the Disappeared Child in El Salvador on Sunday, March 29, UW Center for Human Rights’ Unfinished Sentences project is proud to release two videos and a written report on two civil war-era massacres in which children were taken from their families by government forces and subsequently disappeared. In one of these cases, two now-adult children have since been located in the United States and will meet their biological mother for the first time later this year, thanks to the efforts of the Salvadoran human rights organization Asociación Pro-Búsqueda.
The documentary videos, “Still Searching” and “We Never Stopped Looking For You,” can be viewed and shared individually on YouTube, or via the below playlist, along with “Taken By Force, Reunited by Hope,” a previous Unfinished Sentences video about a family reunification in the community of Arcatao, El Salvador.
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The videos and report are the fruits of a recent collaboration between Asociación Pro-Búsqueda and the UW Center for Human Rights. Ten undergraduate students participated in the course — part of the Henry M. Jackson School of International Studies’s Task Force program — under the guidance of Professor Angelina Godoy, director of the UW Center for Human Rights, and graduate assistant Alex Montalvo, Puffin Fellow in Human Rights and Digital Media at the Center.
Students conducted vigorous primary-source research and collected witness testimony from survivors of the Canoas and Quesera massacres during a weeklong trip to El Salvador led by Asociación Pro-Búsqueda. Their report and video documentaries convey the stories of seven massacre survivors whose loved ones were forcibly abducted during assaults by government forces. The videos will be used to increase Asociación Pro-Búsqueda’s national and international outreach capacity via television and social media.
During El Salvador’s civil war from 1980 and 1992, over 75,000 civilians were killed—the majority at the hands of state forces—and many more were detained, tortured, or disappeared. Thousands of children were forcibly separated from their families, many adopted to other parts of the country or sent abroad under false identities. Approximately 2,354 Salvadoran children were adopted into the U.S. throughout the conflict.
In the 1980 Canoas massacre, the Salvadoran army attacked a house of displaced people who had gathered to distribute food and clothes, resulting in the death of 23 people and at least two cases of disappeared children. During the Quesera massacre in 1981, between 350 and 500 civilians were killed by the Salvadoran military and 24 children were disappeared. Read the report here.
Asociación Pro-Búsqueda was founded in 1994 in an effort to locate disappeared children and promote truth, justice, and reparations for those affected by the practice of forced disappearance. Despite setbacks, including the government’s refusal to provide access to military or passport documents that could contain clues about where they were sent, and a 2013 attack in which its office was burned and crucial documents destroyed, Asociación Pro-Búsqueda has successfully reunited over 200 families. However, hundreds of cases remain unresolved, as families tirelessly work with the organization to search for their loved ones. We hope that these materials contribute to the struggle for truth, justice, and reparations in El Salvador.
Estudiantes de la Universidad de Washington apoyan búsqueda para los niños desaparecidos de El Salvador
En reconocimiento del Día del Niño y Niña Desaparecido en El Salvador el domingo 29 de marzo, el proyecto Oraciones Incompletas del Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington tiene el orgullo de presentar dos videos documentales y un informe sobre dos masacres de la época de la guerra civil durante las cuales se desaparecieron a varios menores a manos del estado . En uno de estos casos, dos de estas niñas han sido localizadas ya adultas en los Estados Unidos y se reencontrarán con su madre biológica por primera vez en 35 años dentro de poco, gracias al esfuerzo de la organización de derechos humanos salvadoreña Asociación Pro-Búsqueda.
Los videos, “Todavía los buscamos” y “Nunca nos cansamos de buscarte,” están disponibles para ver y compartir en YouTube, así como en la lista de reproducción abajo, acompañados con un video previamente divulgado por Oraciones Incompletas, “Separadas por la fuerza, reunidas por la esperanza,” sobre un reencuentro familiar en la comunidad de Arcatao, El Salvador.
Los videos y el informe son frutos de una reciente colaboración entre la Asociación Pro-Búsqueda y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington. Diez estudiantes de la Escuela de Estudios Internacionales “Henry M. Jackson” de la Universidad de Washington participaron en un curso especial , bajo la dirección de la profesora Angelina Snodgrass Godoy, directora del Centro de Derechos Humanos, y el asistente de posgrado Alex Montalvo, becado Puffin en derechos humanos y medios digitales para el Centro.
Los y las estudiantes llevaron a cabo una investigación exhaustiva con fuentes primarias y segundas, y tomaron testimonios de sobrevivientes de las masacres de Las Canoas y La Quesera durante un viaje de una semana en El Salvador, organizado por la Asociación Pro-Búsqueda. Su informe y los videos documentales cuentan las historias de siete sobrevivientes de la guerra quienes experimentaron la desaparición forzada de sus seres queridos durante ataques cometidos por las fuerzas del estado. Los videos se usarán para difundir mayor información sobre la Asociación Pro-Búsqueda a través de la televisión y medios sociales.
Durante la guerra civil en El Salvador entre 1980 y 1992, más de 75,000 civiles fueron asesinados, la mayoría a manos de las fuerzas estatales, y muchos más fueron detenidos, torturados, y desaparecidos. Miles de niños y niñas fueron separados de sus familias, muchos de ellos adoptados a otros lugares del país o al exterior bajo identidades falsas. Aproximadamente 2,354 niños salvadoreños fueron adoptados en los Estados Unidos durante el conflicto.
En la masacre de Las Canoas de 1980, tropas del ejército y la Guardia atacaron sin aviso previo a una casa donde se había reunido la gente desplazada del lugar para repartir comida y ropa, dejando un saldo de 23 personas muertas y por lo menos dos casos de niños desaparecidos. Durante la masacre de La Quesera en 1981, entre 350 y 500 civiles fueron asesinados por el ejército salvadoreño y las fuerzas de seguridad, y 24 niños fueron desaparecidos. Lee el informe completo aquí (PDF).
La Asociación Pro-Búsqueda fue fundada en 1994 para localizar a niños desaparecidos y promover la verdad, la justicia, y las reparaciones integrales para las personas afectadas por la práctica de desaparición forzada. A pesar de grandes retos, como la falta de acceso a archivos militares o de migración que pueden albergar pistas clave sobre el paradero de los desaparecidos, y un atentado en 2013 en el cual fueron quemadas sus oficinas, destruyendo documentos críticos, la Asociación Pro-Búsqueda ha logrado